LA GESTIÓN DE PROYECTOS, COMO DISCIPLINA PARA LOGRAR EL ÉXITO DE UN PROYECTO
Como característica del pensamiento de la sociedad empresarial (mayormente marcada en PYMES), se destaca el intento constante de superación. Esto se traduce en la formulación, evaluación y ejecución de proyectos que son la apuesta para cumplir metas y dar saltos de impacto en el entorno de una empresa.
Ya sea para la ampliación de una línea de producción, el desarrollo de un nuevo producto, la modificación en la estructura de la empresa, el cambio en el tipo de organización, la incorporación de un nuevo sistema de información, o cualquier conjunto de actividades que consuman recursos de la empresa para lograr un objetivo único y diferente al que presta la misma, es importante reconocer que estamos ante la necesidad de enfrentar un proyecto.
Según las estadísticas, sólo alrededor del 20% de los proyectos se finalizan obteniendo el objetivo planteado, en el tiempo y con los recursos estimados. Esto se debe principalmente a que los mismos comienzan mal, porque no se destinan recursos humanos exclusivos a la planificación, dirección y control del mismo. Las tareas que abarca el proyecto generalmente son nuevas, lo que hace necesario
planificar con mayor dedicación que si se tratara de un trabajo de rutina.
Para aumentar las posibilidades de éxito de un proyecto, y evitar lo mencionado en el párrafo anterior, es fundamental la incorporación de la figura de un Director de Proyectos Profesional (PMP). Estos profesionales disponen amplia experiencia en proyectos y de una capacitación específica en normas para la dirección de los mismos. Estas normas se pueden reconocer como las “buenas prácticas” que deben implementarse en la gestión de proyectos para aumentar las posibilidades de éxito.
Resulta impactante ver la cantidad de dinero que se pierde, en el mundo, por la mala o inadecuada administración de proyectos. El remedio está en ‘atacar la enfermedad y no el síntoma’. El remedio para la enfermedad es la utilización de éstas mejores prácticas.
Dentro de una empresa que identifica una necesidad que dará inicio a un proyecto, reconocer a la gestión de proyectos como una disciplina específica (mediante la designación de un Director de Proyectos Profesional, capacitado y certificado) puede ser determinante para obtener los resultados esperados al fin del mismo y, sobretodo, para evitar la finalización temprana de un proyecto por no poder alcanzar los objetivos buscados.
